El arroz es un cereal de gran importancia para muchos países alrededor del mundo. Hace parte de la familia de hierbas de las Gramíneas o Poáceas, aunque es el arroz común (Oryza sativa) la única especie apta para el consumo. Algunos historiadores afirman que este cereal podría ser nativo del Sureste asiático y se cultiva desde hace más de 7000 años. Actualmente, más de 70 países, principalmente China, India, Indonesia y Bangladesh, producen arroz en todo el mundo. Así mismo, se generan grandes volúmenes de cascarilla de arroz (CA), que es un residuo de baja densidad. Cuando se desecha, este residuo ocupa grandes áreas, donde puede auto quemarse (debido a su alta capacidad volátil), esparciendo las cenizas y causando grandes daños al medio ambiente. En Brasil, que es uno de los países mayores productores de arroz en Latinoamérica, se han utilizado algunas alternativas desde 1980.
Debido a la alta potencia calorífica de las cáscaras (alrededor de 4000 kcal/kg), una alternativa a su eliminación es su uso en sustitución de la leña, que se utiliza en la generación de gases calientes para el proceso de secado, en pequeños generadores de vapor, y, más recientemente, en los hornos de la industria del cemento. Sin embargo, se genera un nuevo residuo al quemarse la CA, sus cenizas. Actualmente, los países productores de arroz se ven desafiados por el problema de la eliminación de la CA, y han tratado de utilizarla. Debido a su gran producción, la ciencia en su búsqueda de aprovechar al máximo los desechos orgánicos, se interesa en el estudio de este material vegetal que se produce en abundancia, para implementarlo en procesos industriales y que su uso contribuya a potencializar la prestación de servicios y los mecanismos de fabricación de productos amigables con el medio ambiente.
En los últimos treinta años, nace el interés en la utilización de la CA y la ceniza de cascarilla de arroz (CCA), para crear nuevos materiales o mejorar productos de ciertas industrias, gracias a sus propiedades físicas y químicas. Con la finalidad de mitigar los impactos de la generación y disposición de residuos sólidos, que es una de las más críticas en la actualidad, se presentan diversos estudios e investigaciones tendientes a valorizar estos residuos en áreas específicas de la industria, usándolos como materia prima alternativa o como un producto sustituto con valor agregado
La cascarilla de arroz es un subproducto que se obtiene después de procesar el arroz para obtener el grano blanco que consumimos en nuestra alimentación. Aunque la cascarilla se considera un residuo, su uso en la agricultura se ha convertido en una práctica común en muchos países.
La Cascarilla de Arroz como Recurso Estratégico para la Industria y los Productores
Usos de la Cascarilla de Arroz para la Agricultura
Fertilizante orgánico: La cascarilla de arroz se puede utilizar como un fertilizante orgánico para mejorar la calidad del suelo. La cascarilla de arroz tiene una alta cantidad de sílice y otros nutrientes que pueden mejorar la fertilidad del suelo. Además, la cascarilla de arroz tiene un pH básico, lo que puede ayudar a neutralizar la acidez del suelo.
Control de malezas: La cascarilla de arroz se puede utilizar como un herbicida natural para controlar el crecimiento de malezas en los cultivos. La cascarilla de arroz actúa como un acolchado que cubre el suelo, lo que impide que las malezas crezcan y compitan con los cultivos por los nutrientes y el agua.
Mejora de la retención de agua: La cascarilla de arroz puede mejorar la retención de agua en el suelo, lo que puede ser beneficioso en áreas con sequías frecuentes. La cascarilla de arroz actúa como una capa protectora que retiene la humedad en el suelo, lo que puede ayudar a mantener los cultivos hidratados durante períodos de sequía.
Reducción de la erosión del suelo: La cascarilla de arroz también puede ayudar a reducir la erosión del suelo. La capa protectora que crea la cascarilla de arroz puede evitar que el suelo se erosione debido a la lluvia y el viento.
Cajones, tableros y mucho más creado con cascarilla de arroz.
Beneficios De La Utilización De La Cascarilla De Arroz En La Agricultura
Reducción de la necesidad de fertilizantes químicos: La utilización de la cascarilla de arroz como fertilizante orgánico puede reducir la necesidad de fertilizantes químicos. Los fertilizantes químicos pueden ser costosos y tener un impacto negativo en el medio ambiente. La utilización de la cascarilla de arroz como fertilizante orgánico puede reducir la dependencia de los agricultores en los fertilizantes químicos.
Mejora de la calidad del suelo: La cascarilla de arroz puede mejorar la calidad del suelo al aumentar la cantidad de nutrientes y la retención de agua. La mejora de la calidad del suelo puede aumentar la producción de cultivos y mejorar la salud del ecosistema en general.
Reducción de los costos de producción: La utilización de la cascarilla de arroz puede reducir los costos de producción de los agricultores. La cascarilla de arroz es un subproducto que, de otra manera, sería desechado, por lo que su uso en la agricultura puede ser una forma de aprovechar un recurso disponible y económico.
Integración con otras prácticas agrícolas: La utilización de la cascarilla de arroz como parte de un sistema de agricultura sostenible puede maximizar sus beneficios. Por ejemplo, la rotación de cultivos y la siembra directa pueden mejorar la calidad del suelo y reducir la necesidad de herbicidas.
Abono orgánico: Una de las formas más comunes en la que se utiliza la cascarilla de arroz en la agricultura es como abono orgánico. La cascarilla es rica en nutrientes esenciales como el silicio, potasio, calcio y magnesio, así como en micronutrientes como el hierro, el zinc y el manganeso. La aplicación de la cascarilla de arroz en el suelo puede mejorar su estructura y aumentar la fertilidad. Además, la cascarilla puede reducir la erosión del suelo y mejorar su capacidad para retener agua.
Alimento para los microorganismos del suelo: La cascarilla de arroz también se utiliza o se puede utilizar como fuente de alimento para los microorganismos del suelo. La descomposición de la cascarilla en el suelo libera nutrientes lentamente, lo que significa que los cultivos pueden absorberlos gradualmente durante un período prolongado.
Sustrato para la producción de hongos: Otro uso común de la cascarilla de arroz en la agricultura es como sustrato para la producción de hongos, especialmente el champiñón. Esto es principalmente por la capacidad que tiene la cascarilla para retener agua y nutrientes.
Cascarilla de arroz como combustible: La cascarilla de arroz también se puede utilizar como combustible para generar energía térmica o eléctrica. La quema de la cascarilla es una forma sostenible de generación de energía, ya que es un subproducto que de otra manera sería desechado. La quema no produce emisiones netas de dióxido de carbono, ya que el dióxido de carbono emitido durante la quema es igual al dióxido de carbono absorbido por el arroz durante su crecimiento. Adicionalmente, la cascarilla de arroz se puede quemar directamente en calderas para generar vapor, que se puede utilizar para generar electricidad o para calentar edificios. La quema de la cascarilla de arroz también se puede utilizar para secar el arroz después de la cosecha, lo que reduce el tiempo de secado y aumenta la eficiencia de la producción.
Cascarilla de arroz como abono y carbón ecológico
¿Cómo aplicar la cascarilla de arroz en la agricultura?
La cascarilla de arroz se puede aplicar en la agricultura de varias maneras, dependiendo del uso deseado. Si se utiliza como abono orgánico, la cascarilla se puede aplicar en el suelo como una enmienda. La cantidad de cascarilla de arroz a utilizar dependerá de las condiciones del suelo y del cultivo en cuestión. En general, se recomienda utilizar entre 1 y 3 toneladas de cascarilla por hectárea.
También se puede aplicar en el suelo antes de la siembra o después de la cosecha. Si se utiliza antes de la siembra, la cascarilla de arroz se puede mezclar con el suelo o se puede aplicar como una capa superficial en la superficie del suelo. Cuando se utiliza después de la cosecha, la cascarilla se puede esparcir sobre el suelo y se puede dejar para que se descomponga naturalmente.
En el caso de utilizar la cascarilla de arroz como sustrato para la producción de hongos, se debe seguir un proceso de preparación específico. Primero se debe limpiar, lavar, hidratar y esterilizar antes de su uso. Después de la esterilización, la cascarilla se puede mezclar con otros ingredientes, como harina de soja o harina de maíz, para formar el sustrato completo.
Para su uso en calderas, la cascarilla de arroz se debe quemar en un horno de combustión para generar vapor. Y para su uso en plantas de energía, la cascarilla se debe quemar en una caldera para generar vapor, que luego se puede utilizar para mover turbinas y generar electricidad.
Conclusión
La cascarilla de arroz es un subproducto que se obtiene durante el procesamiento del arroz. Sin embargo, la cascarilla de arroz tiene muchos usos en la agricultura, incluyendo como abono orgánico, sustrato para la producción de hongos, combustible para la generación de energía, medio para control de plagas y más.
La cascarilla de arroz es una fuente valiosa de nutrientes y puede ayudar a mejorar la calidad del suelo y aumentar la producción de cultivos. En términos de sostenibilidad, el uso de la cascarilla de arroz puede tener un impacto significativo en la reducción de los residuos agrícolas y en la disminución de la dependencia de los fertilizantes químicos. Además, el uso de la cascarilla de arroz como combustible renovable puede ayudar a reducir la emisión de gases de efecto invernadero y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Leonardo Molina
Director de Control Interno Inproarroz S.A.